Super Recarga para el CCG
El cliente se acerca a la cajera del supermercado y comienza la interacción :
— Deme una super.
— Super recarga?
— Si, por favor.
— ¿De claro o de tigo?
— …de Claro xfavor
— ¿Cuál es el el #?
— Treinta y dos sesenta y cinco noventa y ocho setenta y cuatro
— Tres dos seis cinco?
— Noventa y ocho
— Noventa y ocho
— setenta y cuatro
— setenta y cuatro, OK. —termina de repetir ella— Son 102 lempiras.
[...]
Si Ramón dedicara un par de minutos a revisar esta transacción que hace al menos una vez por semana, y si la cajera del supermercado dedicara al menos un minuto a optimizar este proceso que realiza al menos 100 veces al día o —mejor aún— si el super mercado estableciera un protocolo para ello, seguramente se podría ahorrar unos segundos, la cajera unos mililitros de saliva, unos gramos de paciencia y otros más de satisfacción por la eficiencia.
Incluso el supermercado podría, en sus 8 cajas y las 12 horas en que permanece abierto, ahorrarse en promedio 6 horas y media en la venta de recargas; que representado en costos operativos y términos financieros, es una cantidad de dinero nada despreciable.
Este mismo principio de eficiencia podría aplicarse perfectamente en el sinfín de procedimientos administrativos que diariamente realiza la administración de gobierno en sus numerosas dependencias.
Es irónico pero, el que actualmente muchas de estas dependencias estén en el mismo espacio físico —como es el caso del CCG— se entendería como un avance en este sentido. Pero la verdad es que es solo una ilusión. Sí. Podemos decir que se suma por un lado pero se resta por otro. Ya que —como sabe quien ha tenido ya la mala suerte de visitar este lugar—, solo estacionar en su moderno pero ineficiente —y nada barato— parqueo multinivel y ubicarse en el lobby en hora pico, toma unos 20 minutos con suerte. Luego, en este punto, hacer una fila en la torre 1 o 2 para identificarse, puede tomarle al visitante de 5 a 10 minutos, ya que se hace de forma análoga, entregando su DNI y anotándose en un libro de visitas. Pero esto no termina ahí, falta invertir algún tiempo más en los ascensores que, aunque pretenden optimizar el tiempo y eficientar la distribución de personas clasificándoles de acuerdo a su destino, no lo logran. Esto quizá a la alta afluencia que experimenta el complejo.
Sin duda, hay varios errores en el diseño de procesos en el CCG. Muchos más en otras dependencias estatales clave como el RNP en Palmira (este caso es ya extremo) y otras dependencias que al no tener al menos un protocolo de atención, son materia prima de tiktokers que hacen burla de la atención que ahí se presta.
Todas estas son pequeñas cosas que —quizá al no sufrirlo— ningún funcionario al parecer considera importantes. Pequeñas cosas que, al no estimar valioso el tiempo de los usuarios, no se atienden. Pequeñas cosas que representan enormes gastos para los frágiles e insuficientes dineros del estado.
[...]
Mientras tanto, en un universo paralelo...
El cliente se acerca a la cajera y le entrega un papelito con un número que escribió mientras hacía fila:
— Señorita, véndame por favor una super recarga a éste numero de Claro.
— Con mucho gusto Señor.
Tiempo estimado: 4 segundos.
Bendiciones a todos!.
W. Cruzant
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