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𝐏𝐚𝐧𝐚𝐦á 𝟎 - 𝐇𝐨𝐧𝐝𝐮𝐫𝐚𝐬 𝟎


Esta mañana, —de hecho en estos días— las conversaciones de los hondureños se concentran en un solo tema. Tema que la mayoría de nuestra gente, aborda con una seriedad y rigurosidad propias de un asunto de estado. Estas preocupaciones, la notaremos en todos los escenarios de la cotidianidad hondureña con especial énfasis en medios de comunicación radiales y televisivos, donde los periodistas especializados se visten de formalidad —desde su ropa hasta su lenguaje— para hablar detalle a detalle de lo ocurrido anoche en el BBVA Stadium y el papel de la H en EUA.


En un país donde la situación actual amerita la discusión de por lo menos unos 4 o 5 temas realmente de vida o muerte —sin hipérboles— para el futuro de la nación, pocas cosas tienen la relevancia y seriedad que un partido de la selección nacional.


La competencia no solo se está dando en las canchas gringas. En época de Selección Nacional y particularmente en esta edición de Copa Oro, pareciese que también compiten los temas con comparaciones al menos hilarantes:


— La fiabilidad del VAR en el gol anulado vs. la compra sobrevalorada de tablets de CNE. —La lesión en el aductor derecho de Quioto vs. la pesadilla hospitalaria a que nos somete el COVID-19 en al menos 12 departamentos del país —Quién reemplazará a Albert Elis para el resto del campeonato vs. Cual es la empresa fantasma que administrará la base de datos del INA. —Quioto como pieza clave para el próximo encuentro vs. el “Tigre” Bonilla como pieza clave en NY. —¿Quedaremos fuera en cuartos? vs. ¿Quedará “Papi” fuera de la elección en los próximos días, es ese el plan?. — Entre otras


Tremendas disyuntivas, ¿no le parece? Haciendo un ejercicio de retórica deportiva diremos que: Las estadísticas históricas en este tipo de cuestionamientos favorecen con creces a los primeros —los temas ordinarios—por sobre los segundos —temas vitales—.

Y es que en nuestra memoria histórica colectiva, suelen resistir más las escenas de aquel España 82, a las de una olvidada lucha popular del 54 —por ejemplo— o una hombrada por la soberanía en contra de El Salvador en el 69... hasta el mismo Mitch —reciente herida común— podría estarse diluyendo ya... pero eso si, jamàs podremos olvidar ese gol de “Pecho de Águila” ante España. Nunca.


Mi intención no es hablar en contra del futbol. Eso sería cometer suicidio... es batalla perdida. El deporte es un arma eficaz para ahuyentar de nuestros jóvenes la vagancia y el vicio. Mi crítica va más bien hacia el poder de los distractores y la despreocupación de todos nosotros por lo realmente prioritario.


Preferimos atender nimiedades que ponerle cabeza a temas de país que nos están afectando de muerte como nunca antes, y que luego de esta pesadilla sanitaria, seguirán afectándonos hasta 4 o 5 generaciones. Bueno, a algunos compatriotas quizá menos ya que, al parecer, este fin de mes, salen a pie hasta la frontera estadounidense en una nueva caravana.


En el partido de ayer, amigos, 𝗻𝗼 𝗵𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗴𝗮𝗻𝗮𝗱𝗼 𝗻𝗮𝗱𝗮, la copa de Oro es de minúscula importancia para la competencia que tenemos aquí en casa. Es esto lo que merece toda nuestra atención y verdadero patriotismo.


Por ahora, el 𝗦𝘁𝗮𝘁𝘂𝘀 𝗤𝘂𝗼 𝗻𝗼𝘀 𝗹𝗹𝗲𝘃𝗮 𝟮 𝗮 𝟬 en el tema de las ZEDE (Prospera en Roatán y Morazán en Choloma ya están en desarrollo), territorios sobre los que dejaremos de ejercer soberanía y donde, al parecer en esta jugada, "el malévolo VAR" nos está jugando en contra.


Si vamos a atender la cancha, que sea la VERDADERA CANCHA HONDUREÑA, donde cada uno de nosotros tiene que hacer 𝐥𝐚𝐛𝐨𝐫 𝐝𝐞𝐟𝐞𝐧𝐬𝐢𝐯𝐚 𝐲 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚𝐚𝐭𝐚𝐪𝐮𝐞 𝐨𝐩𝐨𝐫𝐭𝐮𝐧𝐨. Con el árbitro comprado y los millones a favor del rival, será un juego sumamente difícil, pero tenemos que sudar la camiseta y dar el todo por el todo. No 11 contra 11; somos 9 millones contra un puñado de corruptos que están 𝙟𝙪𝙜𝙖𝙣𝙙𝙤 𝙘𝙝𝙖𝙣𝙘𝙝𝙤.


Un abrazo.

W. Cruzant

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