Mamá y Papá
Todos los 01 de junio se celebra en el mundo el Día de las Madres y de los Padres, una celebración algo desconocida, rara, a pesar de celebrarse desde 2012; y a pesar además de tener el potencial de ser una efemérides significativamente importante para la sociedad.
Quizá la poca fama se deba a su nombre mismo, que combina en una sola oración, los sustantivos “Madres y Padres”. Penosamente, estos dos términos cada vez más, se emplean y encuentran en oraciones separadas.
”Vínculos fuertes, apoyo y un ambiente estable son esenciales para el desarrollo saludable de los niños” reza el manifiesto de las Naciones Unidas en relación a la crucial responsabilidad de los padres. Los países de la ONU concuerdan y declaran que ”la familia tiene la responsabilidad principal en la alimentación y en la protección de los niños. Para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, los niños deben crecer en un ambiente familiar y en una atmósfera de felicidad, amor y comprensión.”
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Este día precisamente, una amiga me compartía como sus tres hijos entendieron durante toda su infancia —con la complicidad de ella y la manera de narrarles los hechos— que los 2 pasteles que siempre recibieron el día de sus cumpleaños, se trataba de bonanza, y cariño duplicado. Más adelante, cuando tuvieron ya suficiente criterio, ella —su madre—, les hizo ver —o quizás ellos empezaron a intuir—, que se trataba de dos individuos que no podían siquiera concordar en ideas para la fecha de cumpleaños de sus retoños, ni acordar quien compraría el pastel y la piñata. La violencia física, psicológica y las subsecuentes peleas no lo permitían. Al final… la separación. Otra vez “papá y mamá” como frase disonante.
Una de las preguntas más citadas en el programa Orientación Legal, de difusión diaria en Radio América; es el de mujeres consultando al abogado Chávez, qué deben hacer para entablar una demanda por alimentos. Más bien —permítanme corregir—, qué deben hacer si el papá de sus criaturas no les ayuda con la manutención de los críos. A partir de ahí es que el abogado Chávez —con mucho afán, entusiasmo e ira positiva— les señala como la mejor opción: la demanda por alimentos en todas las modalidades posibles.
Estos ejemplos que cito, son solo una muestra de *la realidad de las mamás y los papás en nuestros entornos. La familia está dañada desde hace buen tiempo ya, y desde entonces es que hemos ido cosechando una sociedad carente de valores y principios que debieron ser sembrados en casa.
La antigua clase de Moral y Cívica era importante; la reciente —y tan cuestionada— iniciativa de leer la Biblia en los centros educativos y otras acciones propuestas desde escenarios legislativos y educativos son válidas. Sí, lo son. No obstante, ninguna iniciativa tendrá jamás el peso y la preeminencia que la influencia de papá y mamá representan. Ellos son y serán por siempre los modelos por excelencia. Por tanto, serán además los principales responsables de la construcción de individuos y —por consecuencia— sociedades valiosas, dignas, propositivas, solidarias, emprendedoras, sensibles, beligerantes y pertinentes con su realidad.
Sin embargo, la crisis de papá y mamá, la crisis de los matrimonios; no les exime de su responsabilidad de formadores. Aun y cuando lo hagan de manera separada —y esto represente un reto mayor—, ambos deberán hacer acuerdos y planear maneras que desemboquen en la buena formación de carácter de sus vástagos.
No desmayemos en conservar a la familia unida. Merece muchísimo la pena.
Att. W. Cruzant ***********************