Día Mundial Sin Tortillas de Maíz Recién Hechas.
Ayer 9 de diciembre se conmemoró el día mundial contra la corrupción. Casi nadie se entera del mismo pues evidente y paradójicamente es una efemérides tan impopular y desconocida como lo es el día mundial contra el consumo de coca cola —22 de Julio de cada año— ; o el día mundial sin automóviles —22 de septiembre de cada año— o el día internacional sin bolsas plásticas —3 de julio de cada año—. Efemérides que no son del agrado de casi nadie. Para ponérselos más práctico y vivencial, imaginemos un día mundial contra el consumo de tortilla de maíz recién salidas del comal, podemos tener la certeza de que nadie en este país lo conmemoraría. —o quizás sí, pero solo para hacer mofa— En el caso del día mundial contra la corrupción, podría creerse—siguiendo la idea anterior— que este no es de interés únicamente para las cúpulas políticas corruptas o las grandes mafias corporativas. Sin embargo, es impopular y desconocido a todo nivel. Y esto se basa en el hecho de que la corrupción no es exclusiva de estos colectivos de élite. La corrupción abarca por desgracia todos los estratos sociales, todas las edades, y todos los sectores. Ello por una sola razón: Donde hay humanos hay intereses, donde hay intereses hay egoísmo y donde hay egoísmo hay corrupción. Este año, —creo que fue en febrero— el parlamento rumano aprobó en una de esas reuniones parlamentarias nocturnas en donde la mayoría duerme —que en Honduras conocemos bien—; una propuesta de ley que despenalizaría los actos de corrupción menores a $ 46,000. Ello bajo el argumento de que el sistema penitenciario Rumano estaba en precario y poblarlo aún más sería contraproducente. Dan ganas de reír ¿verdad? Pues al pueblo rumano no le dio ganas de reír sino más bien de llorar, gritar y marchar. Y lo hicieron. Al conocer de la propuesta, el pueblo entero se lanzó a las calles y manifestó su repudio. Fue tan enérgico el reclamo que el parlamento tuvo que dar marcha atrás.
La corrupción es un cáncer que devora anualmente cerca de 3.6 billones de dólares. Un billón en sobornos y 2.6 en robos. Honduras es el 4to país con mayor percepción de corrupción del continente después de Haití, Paraguay y Venezuela. —Costa Rica ocupa el tercer lugar a favor en esta lista y ya tiene dos presidentes tras las rejas por corrupción, que cosas…— 46,000 dólares es mucho dinero en cualquier lugar. Un hondureño promedio con el salario mínimo actual, tendría que trabajar 10 años para ganarlos. Pero bajo la intención del parlamento rumano, quien los robará no tendría ninguna acusación ni enfrentaría penas criminales. Cito este ejemplo, —que es uno entre miles— porque refleja muy bien la dinámica de la corrupción en nuestros países. En especial el nuestro, que en los últimos años según el informe 2017 de Carnegie Endowment for International Peace (El Fondo Carnegie para la Paz Internacional) titulado “Cuando la corrupción es el sistema operativo: el caso de Honduras”; se ha intensificado en la más recientes administraciones.
A todo el mundo le molesta las aguas fétidas ¿cierto? Pero nadie está atento a ellas porque se mantienen ocultas bajo un sistema de alcantarillas que las canaliza y las aleja de nuestras casas. De vez en cuando por descuido de quienes les dan mantenimiento, se dañan y dejan salir pudrición y es entonces que recordamos que estaban ahí y lo desagradables que son. Procuramos entonces, hacer algo para que dejen de afectar nuestra normalidad. Tranquilos no he cambiado de tema. Estoy haciendo una especie de metáfora de lo que ocurre en nuestro país. La corrupción siempre ha estado presente desde que somos Estado —y si no lo saben remítanse a la historia del primer préstamo del Estado de Honduras para la construcción del ferrocarril interoceánico. Proyecto que nunca prospero pero que tardamos 100 años en pagar—, pero es nuestra indiferencia la que la ha entronado. Indiferencia en su mayoría generada por ignorancia y no por complicidad.
Si el ex director del seguro social no hubiese cometido tantos errores, por ejemplo, jamás nos hubiésemos enterado del enorme latrocinio al IHSS. Este acto en particular nos hizo encender antorchas y alzar la voz como pocas veces… pero fueron reacciones tardías. Lo mismo se hubiese esperado en “El carretillazo”, el tráfico gris de Hondutel y Latinnode, el despilfarro del INJUPEM, el TRANS 450, la malversación de fondos del IMPREMA, el escándalo del Jet Grumman, y si vamos más atrás… “el Gasolinazo”, “el pasaportazo”, el escándalo de la CONADI, el Bananagate… y un gran etc.
Los corruptos estarán siempre. Incluso más hábiles y creativos como podemos constatar a la fecha. Es por ello que nosotros los afectados —no los beneficiados— tenemos que aunar esfuerzos, empoderarnos y poner un alto. Marchar ayuda, los Rumanos lo demostraron. Pero la corrupción no acabó ahí. Ni acabará aquí. Tenemos que crear estrategias alternas que nos permitan no solo frenar momentáneamente la corrupción como lo hicieron los hnos. guatemaltecos con la mafia de Otto Pérez y Baldetti, sino maniobras más contundentes que a largo plazo nos permitan gozar de un país donde los recursos públicos se destinen en su totalidad a la mejora de la calidad de vida.
¿Cómo lograrlo? Ufff, estaría remplazando a Luis Moreno en el BID si tuviese la respuesta precisa. Pero una cosa sé: Se necesita solvencia moral para pedir cuentas. Si hacemos corrupción por pequeña que sea, somos cómplices. Y la complicidad no resolverá el problema jamás. Tenemos que dejar de basar nuestro futuro en llamados de ayuda foránea. “Que venga la CICIH”, “Que se pronuncie la embajada gringa”, “que la OEA”, “que la UE…” debemos trabajar en nuestros pequeños actos para que entonces podamos con solvencia y SIN TEMOR, alzar la voz y actuar contra la corrupción que tiene moribundo a nuestro país. Capitalizar una solvencia y un carácter tal que, cuando estemos en el lugar donde está nuestra clase política actual, podamos frenar el soborno, el clientelismo, el nepotismo, el robo y toda forma de corrupción con un NO. Ese, al menos, será un gran comienzo.
Feliz día Mundial contra la Corrupción W. Cruzant //////////////////////////////////////////////////////////// NOTA: Otro buen comienzo es aprender a llamar las cosas por su nombre:
Nepotismo: Es la deferencia que algunos gobernantes o funcionarios públicos que tienden a dar empleos públicos a familiares, amigos o pertenecientes al partido político dominante.
Clientelismo político: Sistema de intercambio de favores, en el cual los titulares de cargos políticos regulan la concesión de prestaciones, obtenidas a través de su función pública o de contactos relacionados con ella, a cambio de apoyo electoral.
Plutocracia; Sistema de gobierno en el poder que está favor de los que ostentan las fuentes de riqueza, donde la representación atiende únicamente a aquellos que le apoyaron, sin corresponder a la voluntad de los ciudadanos.
Cleptocrácia: Dominio de los ladrones, término que se usa para calificar a un gobierno corrupto y ladrón, que desarrolla su poder basado en el robo de capital al Estado institucionalizando la corrupción, de forma que estas acciones delictivas quedan impunes, debido a que todos los sectores del poder están comprometidos.
Peculado: Son los delitos cometidos generalmente por servidores públicos o en su defecto, cualquier persona que aplique de forma distinta a la de su objeto o fin: dinero, valores, fincas o cualquier otra cosa perteneciente al Estado, que por razón de su cargo los hubiere recibido en administración, en depósito o por otra causa.